El 7 de septiembre marcó un día especial en la historia de Fundappas. Ese día, Bilú, una perra guía excepcional, se retiró después de 7 años de servicio junto a su usuaria, Alejandra.
Los perros de asistencia, como Bilú, son animales extraordinarios. Durante su servicio, deben cumplir con reglas estrictas para garantizar la seguridad y el bienestar de sus usuarios. Sin embargo, cuando no están trabajando, estos perros tienen la oportunidad de ser mimados y disfrutar de juegos y paseos, como cualquier otro perro.
Bilú formó parte de la camada “B”, la primera camada nacida en nuestra escuela en el año 2014. Después de dos años de entrenamiento intensivo, Bilú hizo un “match” perfecto con Alejandra, su usuaria. Durante su tiempo juntas, Bilú no solo fue una compañera leal, sino que también brindó confianza, seguridad y ayuda en la movilidad e independencia de Alejandra.
Para todos los que somos parte de Fundappas, el retiro de un perro de servicio es un momento de gran satisfacción. Es el reconocimiento de un trabajo bien hecho, de años de dedicación y amor incondicional. Bilú cumplió su rol con excelencia, y su jubilación es un recordatorio de la importancia de estos perros en la vida de las personas con discapacidad visual.
Bilú es un recordatorio de que, detrás de cada perra guía, hay una historia de dedicación, valentía y amor que ilumina la vida de aquellos a quienes sirven.
En Fundappas, seguimos comprometidos con nuestra misión de entrenar perros de asistencia que brindan independencia y apoyo a personas con discapacidad visual. Y aunque decimos adiós a Bilú en su rol de perra guía, sabemos que su legado perdurará como un faro de inspiración para todos nosotros.
¡Gracias Bilú, por 7 años de servicio ejemplar!